Fueron entre 55 mil y 60 mil personas las que asistieron el año pasado durante las celebraciones de Noche de Muertos en los 3 panteones municipales de Morelia, personas que en este 2020 no fueron a recordar a sus difuntos, pues estuvieron cerrados del 30 de octubre al 4 de noviembre para evitar riesgos de contagios por COVID-19 entre la concurrencia.
Durante los días que estuvieron cerrados los camposantos municipales, se prestaron menos de 20 servicios funerarios, con alrededor de 12 inhumaciones y 4 cremaciones, pues estos siguieron otorgándose a la población, a pesar de que no se permitía el ingreso al demás público.
A pesar de que algunos asistieron en los días previos y ahora posteriores desde que se anunció por parte de la autoridad municipal, la concurrencia no fue muy pronunciada, ya que estuvieron recibiendo un promedio de 50 personas diarias en esos días de manera intermitente, lo que no despierta alarma, pues dentro de un panteón de 16 hectáreas no se puede considerar como una concurrencia pronunciada, dijo en entrevista el director de Panteones de este municipio, el licenciado Héctor Sánchez.
El director explica que la conciencia entorno al riesgo por el virus ya es mayor y por esto es que el flujo de visitantes en los días previos a las vísperas del pasado fin de semana no fue marcado. Esto se da porque al día de hoy ya hay familiares entre la mayoría de la sociedad que han estado contagiados.
Sin embargo, está en el otro extremo cierta parte de la población joven de la entidad que aún no ha cobrado razón del riesgo, “que a lo mejor son los mismos chavos que están abarrotando los bares como alguien decía, yo no sé cómo es tan ilógico el hecho de que un panteón esté cerrado y un bar esté abierto”, dijo.
Por: Jesús González